No preguntes esto a ChatGPT
No parece muy inteligente preguntarle ilegalidades a cualquier herramienta de inteligencia artificial y por esa razón, ChatGPT es muy explícita en ese sentido. Cuestiones como las relacionadas con sustancias psicotrópicas, la comisión de delitos o similares no van a arrojar resultados en tu búsqueda.
De la misma manera, todo lo que tenga que ver con pornografía también no va a ser visto con buenos ojos por parte de esta herramienta. Todo lo relativo a prácticas sexuales fuera de los límites del respeto o a elaborar cualquier tipo de contenido en el que la pornografía sea el eje central tendrá una negativa por parte de la herramienta.
ChatGPT tampoco se va a posicionar de manera política, y todavía menos si esas preguntas están totalmente polarizadas. Se trata de una herramienta que trata de ser lo más neutra posible, no dar opiniones que puedan dar lugar a un pensamiento extremo. Eso mejor dejarlo para los humanos, que tenemos una capacidad de análisis mucho mayor.
La tentación de preguntar sobre qué hacer en el caso de padecer una enfermedad, también está ahí, pero si obtienes algún resultado, nunca puede ser tomado como algo personal. Para eso está siempre el criterio médico y la opinión de estos profesionales, no una herramienta de inteligencia artificial.
Finalmente, tampoco le sacarás nada de información si le preguntas detalles sensibles de personajes famosos o conocidos. Esta información no te la va a proporcionar la inteligencia artificial y tampoco la vas a encontrar en Internet. Y si lo haces, lo más probable es que no sea real.
Ten esto presente
Es importante recordar que ChatGPT no está diseñado para ser un sustituto de la interacción humana en muchos aspectos. Si bien es una herramienta útil para obtener información general, su objetivo principal es facilitar el acceso a conocimientos y mejorar la productividad, no reemplazar opiniones expertas en áreas críticas.
Además, las limitaciones de ChatGPT en cuanto a la veracidad de la información son también un tema relevante. A pesar de sus capacidades avanzadas, como modelo de lenguaje, no puede garantizar la exactitud al 100% de sus respuestas. Por esta razón, es fundamental que cualquier dato o consejo proporcionado sea contrastado con fuentes verificadas, especialmente en temas complejos como la medicina, la legislación o política.
A medida que la inteligencia artificial evoluciona, también lo hace la responsabilidad que tenemos como usuarios. Debemos ser conscientes de sus capacidades y limitaciones, evitando que se convierta en un punto único de referencia para cuestiones que puedan tener consecuencias mayores si no son tratadas adecuadamente. Utilizar IA con sentido crítico y con un enfoque ético es la clave para aprovechar su verdadero potencial.
Finalmente, hay que mencionar que el uso responsable de la IA también pasa por la protección de la privacidad. A pesar de que ChatGPT no recolecta información personal de sus usuarios, es importante que aquellos que interactúan con herramientas similares mantengan una postura vigilante en cuanto a los datos que comparten, sobre todo cuando se trata de consultas sensibles o personales.
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