Para encontrar el primer coche eléctrico quizá haya que retroceder hasta 1839, y hasta 1898 para ver varios rodando prototipos de autos híbridos. Pero Tuvo que pasar más de un siglo para que el coche ecológico representara un concepto global. Que en 1900 casi el 30% de los coches fueran eléctricos en Norteamérica es un espejismo que duró una década. Pero en el siglo XXI, en apenas unos años, muchas cosas han cambiado.
La alarma saltó en 2007 cuando se supo que el transporte por carretera y Los vehículos privados representaron casi el 40% del total de energía consumida en el mundo, así como el 17% de la emisión de partículas contaminantes. Sólo en España se liberaron a la atmósfera 100.000 kilotones de CO2 procedentes de los coches.
Eso llevó a organizaciones como la UE para tomar medidas. Fijan un límite medio de emisiones por fabricante de 130 g/km de dióxido de carbono –en el año 2000 eran 180–. El desafío lo recogió una industria hasta entonces pasiva. Así, ya en 2012, quince de las 31 grandes marcas lo habían conseguido. Innovaciones como las del VW Lupo 3L (consumo inferior a 3 l/100 km) comenzaron a introducirse en el coche de serie.
Hoy en día las emisiones medias son de 127 g/km de CO2, las emisiones de partículas diésel han disminuido casi un 99% y las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) han disminuido más de un 90%. El consumo medio de combustible se ha reducido proporcionalmenteya que, si de 1988 a 2000 apenas bajó 1 l/100 km, de 2008 a 2015 ha pasado de 6,0 l/100 km de media a 4,8. Con los híbridos implementados, pero con los eléctricos todavía limitados por la infraestructura, ¿cómo se ha forjado esta aceleración ecológica? Gracias a la suma de varios factores.
Como los productos derivados del petróleo siguen representando el 80% de la energía consumida en carretera, la estrategia debía pasar por mejorar el rendimiento. Entonces había espacio Los motores de combustión desperdician más del 65% de la energía del combustible. Los últimos estudios aseguran que el motor de combustión interna ha aumentado su eficiencia un 25% en diez años.
Para conseguirlo se ha intervenido en todos los aspectos del automóvil: coches más ligeros con nuevos materiales, menos fricción interna, mejor aerodinámica, menos resistencia a la rodadura y mejores gestión térmica. En apenas unos años, la industria ha desarrollado una batería de innovaciones tecnológicas que empiezan a implementarse en todos los coches de fábrica.. Así, el automóvil ha liderado por primera vez la inversión europea en I+D, con casi 40.000 millones de euros. Y más debe venir.
En 2021, la normativa europea exige que las emisiones medias de cada fabricante no superen los 95 g/km de CO2. Y ahí es donde tendrán que actuar los sistemas de propulsión alternativos. A continuación, te mostramos las principales mejoras en las que están trabajando las marcas para llegar al coche ecológico.
El futuro pertenece a la propulsión alternativapero al motor de combustión aún le queda vida. Eso sí, en un formato hasta ahora desconocido. Hay que olvidarse de los V8 –llamados así porque tienen dos bancadas de cuatro cilindros–, de los V6 y pronto incluso de los de cuatro cilindros: recortar su tamaño y cilindrada es la única salida.
En los coches de gasolina y diésel proliferan hoy en día los motores de tres cilindros, capaces de reducir el consumo hasta un 15% y conducir desde berlinas de casi cinco metros y dos toneladas (Ford Mondeo 1.0 Ecoboost) hasta superdeportivos como el BMW i8 gracias a su 1.5 de 231 CV.
Entre otras novedades destaca el motor 1.2 PureTech de 120 CV, que en Un Peugeot 308 acaba de batir el récord de consumo mínimo de combustible en el circuito de Almería: 2,85 l/100 km. La apuesta más extrema por el downsizing la hace Fiat con su motor bicilíndrico TwinAir 0.9.
Uno de los métodos para mejorar la eficiencia energética es desconectar los componentes del automóvil en los momentos en que no sean necesarios. Entre ellos se encuentran periféricos desmontables, como bombas de agua o aceite; y el sistema stop-start, capaz de ahorrar un 8% en el ciclo urbano apagando el motor en atascos o semáforosy que ya viene incorporado de serie en muchos modelos.
El autostop también se aplica en conducción con nuevos modos de conducción en punto muerto, que aumentan la eficiencia hasta un 10%, tras desconectar la mecánica cuando el vehículo puede avanzar por su propia inercia. La desactivación selectiva de cilindros, aplicada por VW en tres motores, reduce el consumo hasta un 10%. Y los nuevos sistemas de tracción total de Land Rover desacoplan un eje cuando no es necesario circularlo en 4×4.
Los neumáticos ecológicos siguen siendo negros, redondos y ruedan en contacto con el suelo, pero poco más tienen en común con los de hace cinco años. La cobertura ecológica se impone, y no sólo en el coche de bajo consumo. Y una quinta parte del consumo de combustible se debe a las ruedas.
Equipados con nuevos compuestos y patrones, los neumáticos con etiqueta ecológica reducen hasta un 10% consumo debido a la menor resistencia a rodar. Un 25% menos de fricción ahorra 88 litros de combustible cada 25.000 km. Hasta ahora su mayor defecto residía en la pérdida simultánea de adherenciapero las nuevas portadas casi han corregido este factor.
¿Llegará el día en que los coches no dejen residuos en la biosfera? El reciclaje es un hábito en los hogares y empieza a serlo entre las marcas de coches. Obligado por la normativa y la necesidad de ajustar los equilibrios medioambientales, hoy se recupera hasta el 87% del peso total de un coche nuevo: el 76% se reutiliza y el 11% se convierte en energía.
En este sentido, Michelin ha presentado un programa para regenerar neumáticos viejos sin necesidad de triturar ni quemar el caucho y a partir del cual se produce etanol. El ecocar se fabricará con material renovable, biodegradable y reciclado. Ford o Land Rover ya trabajan con biomateriales y fibras naturales. Además utilizar aluminio reciclado puede resultar un 80% más económico.
Anteriormente, la palabra turbo se asociaba con carácter y un rendimiento increíble. Hoy, la evolución del automóvil se mide por los avances en su concepto, asociado al bajo consumo y a la búsqueda de respuesta mejorada en marchas altas.
Con la fiebre del downsizing, un motor de combustión interna no es concebible sin turbo: y no con uno, sino con dos -los populares Twin Turbo ofrecen un 25% más de prestaciones- y hasta tres turbos, como el 3.0 Diésel de BMW, capaz de mostrar consumo de combustible. ¡6,3 l/100 km con 380 CV! Pero El futuro está en el turbo eléctrico: al no depender de los gases de escapesu mayor rendimiento es instantáneo, ya que mejora la eficiencia energética en un 13%. El grupo VW ya lo anuncia.
El vehículo de propulsión eléctrica depende íntegramente de los puntos de recarga, al igual que el híbrido enchufable, que ofrece un consumo de 1,5 l/100 km si se aprovecha al máximo su limitada autonomía en modo 100% eléctrico. Todos ellos están conectados a la red doméstica y las empresas instalan wall-boxes o puntos de carga por entre quinientos y mil euros. Pero la movilidad actual no es compatible con tiempos de espera superiores a las tres horas.
Aquí surgen nuevos sistemas de carga rápida más sostenibles, ya posibles con el conector japonés CHAdeMO que ha popularizado el Nissan Leaf, y con el CCS internacional que VW, BMW, GM, Ford y Daimler han adoptado para estandarizar en Europa desde 2017. En quince minutos cargan del 60% al 80% de la batería. A medio y largo plazo, el futuro en este campo pasa por Carga por inducción, actualmente en prueba, que eliminará cables y producirá alto voltaje con una eficiencia del 90%.. Goodyear ya está trabajando con neumáticos que generan energía eléctrica a través del calor de la fricción que puede transferirse a baterías.
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