El jueves por la noche salió la noticia de que Netflix quiere comprar Warner Bros. Discovery por US$83 millones. El viernes por la mañana el veredicto general fue que esa no es una idea que ponga feliz a nadie.
Algunas reacciones
Todo el mundo reaccionó en Internet, con decepción, sorpresa y enojo porque se venda una de las compañías más históricas de Hollywood. Hubo otras compañías como potenciales candidatas además de DC, Cartoon Network, TCM, como Paramount, Apple y Universal, pero el argumento convincente de Netflix fue que mantendrá las películas de WB en los cines (no se sabe durante cuánto tiempo). El mundo entero está a la espera de si se concretará la transacción o no, pero ni las organizaciones, ni los políticos ni los creativos de la industria tienen una reacción positiva.
El gremio de escritores, Writers Guild of America, por ejemplo, dijo que la compra de Warner Bros. por parte de Netflix “es lo que las leyes antimonopolio buscaban impedir”. Como resultado, se eliminarán empleos, se reducirá la paga, empeorarán las condiciones para quienes trabajan en entretenimiento, aumentarán los precios para el consumidor y se reducirá el volumen y la diversidad de contenido para todos los espectadores. Los que trabajan en la industria y el público en general ya sufren el impacto de que unas pocas compañías poderosas controlen fuertemente lo que pueden ver los consumidores en televisión, streaming y cines”.
Hay otra organización que tampoco se alegra. El gremio de los directores, Directors Guild of America, que dijo que la potencial fusión “… nos preocupa”. Creemos que una industria vibrante y competitiva, que promueve la creatividad y alienta a la competencia genuina por el talento, resulta esencial para salvaguardar la carrera y los derechos creativos de los directores y sus equipos. Nos reuniremos con Netflix para presentar nuestras preocupaciones y entender mejor su visión para el futuro de la compañía”.
Quisieron frenarla antes de que suceda
En noviembre la WGA dijo que buscaría impedir la fusión y reafirmó su sentimiento ahora diciendo que “hay que bloquearla”. En esos esfuerzos aparentes también aparece Paramount, cuyo nuevo CEO David Ellison escribió una carta esta semana alegando que a Netflix le otorgaron un tratamiento especial a lo largo de este proceso. Los abogados de WBD luego le dijeron a The Hollywood Reporter que “se ocupan de sus obligaciones fiduciarias con la mayor atención y que han cumplido en todo y lo seguirán haciendo”.
El sindicato de actores SAG-AFTRA también consideró que la fusión es “la consolidación que podría servir a los intereses financieros de los accionistas (y) hace surgir preguntas serias sobre su impacto en el futuro de la industria del entretenimiento”. Las decisiones sobre la postura del sindicato respecto de la fusión serán “después de un análisis completo y profundo” del acuerdo, con el foco especialmente puesto en los empleos y compromisos.
“Es una transacción que se ve como la pesadilla antimonopolio”, escribió la senadora Elizabeth Warren. Todo acuerdo entre Netflix y Warner Bros., según dijo “crearía a un gigante masivo de los medios con control del cerrar a la mitad del mercado del streaming, con el riesgo de obligar a los estadounidenses a pagar más caras sus suscripciones con menos opciones de lo que puedan ver, al tiempo de poner en riesgo a los trabajadores estadounidenses”. También criticó el proceso de revisión de la comisión de comercio en el gobierno actual del presidente Donald Trump, y dijo que en su opinión hay favoritismo político y corrupción. que el Departamento de Justicia tiene que hacer cumplir las leyes antimonopolio con justicia y transparencia y que cree que el acuerdo de Warner Bros. y su revisión servirán para el tráfico de influencias y los sobornos.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Romina Fabbretti. Aquí podrás encontrar la versión original.
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