el negocio que la IA podría estar a punto de hundir
Lo que empezó como una revolución para programar sin saber código está chocando contra un muro de realidad financiera. El vibe coding, impulsado por plataformas que traducen lenguaje natural en software gracias a la IA, enfrenta un reto que podría comprometer su supervivencia: los modelos que lo hacen posible son tan caros que mantenerlos en el mercado es casi inviable.
El sueño de programar sin programar
Startups como Cursor, Windsurf y Replit se hicieron populares al permitir que cualquiera pudiera crear código simplemente describiendo lo que necesitaba. Detrás de esa “magia” hay potentes modelos de IA de OpenAI, Google o Anthropic, a los que estas empresas acceden pagando por cada token procesado.
El usuario paga una suscripción mensual, pero buena parte de ese ingreso se destina a cubrir los costes de las APIs, que suben a medida que los modelos se vuelven más precisos… y más caros. La presión aumenta porque, para atraer clientes, deben ofrecer siempre la tecnología más avanzada, aunque eso signifique reducir sus márgenes a cifras negativas.
El precio oculto de la inteligencia artificial
La economía del vibe coding es frágil. Un millón de tokens —equivalente a unas 750.000 palabras— puede costar desde 10 dólares con GPT-5 de OpenAI hasta 75 dólares con Opus 4.1 de Anthropic, uno de los favoritos para programar. Si el plan de suscripción ronda los 20 dólares al mes, es fácil que la empresa pierda dinero con usuarios intensivos.
El caso de Windsurf, adquirida por OpenAI por 3.000 millones de dólares pese a sus márgenes negativos, ilustra bien el problema. Incluso Cursor tuvo que limitar recientemente el acceso a los mejores modelos, sustituyendo su plan de “respuestas ilimitadas” por un crédito mensual equivalente al coste real de la API.
Opciones de futuro… y sus obstáculos
El camino más evidente sería que las startups desarrollen sus propios modelos para reducir dependencia, pero esto exige inversiones millonarias y un nivel técnico comparable al de los líderes del sector. Anysphere, creadora de Cursor, ya avanza en esa dirección con su modelo “Fusion”.

La alternativa es esperar que los precios de la IA bajen, algo incierto. Aunque OpenAI ha reducido tarifas con GPT-5, otros como Gemini 2.5 Pro y Claude 4.1 son más caros que sus predecesores. Por ahora, la tendencia general apunta a costes al alza, lo que deja a estas empresas en una situación delicada.
Un modelo en riesgo de colapso
La dependencia casi total de proveedores externos y la competencia directa de esos mismos proveedores convierten al vibe coding en un negocio de alto riesgo. Si los precios no caen o los modelos propios no llegan a tiempo, muchas de estas startups podrían ver su prometida “democratización de la programación” truncada por una simple realidad: la IA que usan es demasiado cara para sobrevivir.
Fuente: Xataka.
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