Europa prepara su contraataque a SpaceX. La ESA encarga a Avio una nave inspirada en Starship y le entrega 40 millones para empezar

En el mundo de la exploración espacial, quedarse quieto es retroceder. Y la Agencia Espacial Europea lo sabe. Tras años observando cómo SpaceX ha revolucionado el sector con sus cohetes reutilizables, Europa acaba de dar un paso decidido: financiar con 40 millones de euros a la empresa italiana Avio para diseñar su propia versión, más pequeña pero con ambiciones similares, de la Starship de Elon Musk.

Un contrato para no perder el tren

El acuerdo se firmó durante el Congreso Internacional de Astronáutica celebrado en Sídney. Avio, fabricante de los cohetes Vega, tendrá 24 meses para definir cómo debe ser esta etapa superior reutilizable. La idea es clara: lograr que pueda regresar a la Tierra de manera segura y, lo más importante, ser usada en misiones posteriores. No se trata solo de ahorrar costes, sino de garantizar que Europa tenga una opción competitiva en el mercado de lanzamientos espaciales.

Un diseño que habla por sí solo

Aunque los detalles técnicos aún son escasos, la imagen conceptual difundida por la ESA es más que reveladora. El cohete propuesto por Avio mide 36,5 metros, muy lejos de los 123 metros de Starship, pero la inspiración es evidente. Todo apunta a que empleará motores de metano y oxígeno líquido basados en la tecnología MR10, en desarrollo para el futuro Vega E. Un diseño compacto, pero con la misma filosofía: despegar, volver y reutilizar.

El reto de la primera etapa

En los bocetos, la mini-Starship europea aparece sobre un propulsor sólido P120C, el mismo que utiliza el Vega C. Por ahora, las primeras versiones no serán totalmente reutilizables, y esa es quizá la mayor diferencia con SpaceX. Mientras los estadounidenses buscan recuperar todas las piezas de su sistema, Europa avanza por pasos: primero, la etapa superior. La complejidad es enorme, pero también lo es el potencial si logran que funcione.

Una carrera que no da tregua

El movimiento de la ESA llega en plena aceleración de la carrera por los cohetes reutilizables. SpaceX sigue marcando el ritmo con Starship, mientras que otras compañías, como PLD Space en España, buscan hacerse un hueco con proyectos propios. Para Europa, esta inversión es tanto una declaración de intenciones como una estrategia de supervivencia: no quedarse fuera del mercado cuando la norma sea reutilizar, no descartar.