Si pensabas que los videos generados por la IA ya se estaban convirtiendo en algo tan realista que asusta, ahora tienes una preocupación más para añadir a la lista.
Según la plataforma de streaming de música Deezer, una enorme mayoría de personas no logra diferenciar la música generada por IA de la que escriben e interpretan humanos reales.
En una encuesta conjunta con la compañía de investigaciones de mercado Ipsos, Deezer les pidió a 9.000 personas de ocho países – EE. UU., Canadá, Brasil, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Alemania y Japón – que escucharan canciones y determinaran si habían sido generadas con IA o no. El 97% de los que respondieron no lograron discernir entre un origen y otro.
Los participantes de la encuesta dijeron cómo se sentían ante estos resultados, con un 52% que dijo sentirse incómodo por no poder diferenciar la autoría, y el 51% que dijo que pensaba que la IA generaba música de menor calidad y más genérica.
Más allá de su opinión de la IA en la música, el 80% estuvo de acuerdo en que la música generada por IA tiene que llevar un etiquetado claro que así lo indique.
¿Y la música que crearon los compositores humanos?
“Los resultados de la encuesta muestran claramente que a la gente le importa la música, y que quiere saber si están escuchando una creación humana o música generada por IA”, dijo en un comunicado de prensa Alexis Lanternier, CEO de Deezer.
El debate en torno al etiquetado de la música por IA ya está sobre la mesa desde que una banda de rock llamada “The Velvet Sundown” sumó un millón de streams en Spotify, y que luego se revelara que el proyecto había sido generado por la IA. Los artistas comenzaron a reclamar que la música generada por IA esté claramente etiquetada.
Spotify dijo en septiembre que empezará a apoyar “un nuevo estándar de la industria para que en los créditos de la música se indique si es originada en IA”. Pero la página de The Velvet Sundown no muestra ninguna etiqueta ni aviso al respecto.
Deezer etiqueta claramente en su plataforma el contenido generado por IA, y la cantidad de canciones generadas por IA sigue aumentando. La compañía francesa de streaming anunció en septiembre que el 28% de la música cargada en su plataforma era totalmente generada por IA.
Es probable que haya una razón por la que fuera tan difícil distinguir la música generada por IA de la creada por humanos en esa encuesta de Deezer, y es la misma razón por la que los artistas se preocupan ante el surgimiento y crecimiento de la música creada por IA: los generadores de canciones de IA están entrenados con el trabajo y el esfuerzo de músicos humanos reales.
“No hay duda de que hay preocupación por cómo afectará a los artistas y creadores la música generada por IA, y porque las compañías de IA no deberían tener permiso para entrenar a sus modelos con material que tiene derechos de autor”, dijo Lanternier en el comunicado de prensa. El setenta por ciento de los que participaron de la encuesta dijeron que creen que la música generada por IA amenaza la forma de vida de los que se ganan el sustento con sus creaciones musicales.
Si no puedes contra tu enemigo, únete a él
No se sabe con claridad qué sucederá con las leyes de derechos de autor en relación con la IA y la música. Las primeras señales indican que la Unión Europea estaría del lado de los artistas. En un caso clave en Alemania un tribunal dictaminó esta semana que ChatGPT de OpenAI había violado la ley de derechos de autor al entrenar a sus modelos con letras de canciones.
Pero no en todas partes sucede lo mismo.
Este año, músicos famosos como Elton John y Dua Lipa solicitaron que el gobierno británico promulgara una enmienda que asegure la transparencia de los derechos de autor cuando se trata del modo en que las compañías de IA pueden utilizar sus obras para entrenar a sus modelos. Sin embargo, esa enmienda no prosperó.
También en otros lugares parece que la música de IA va ganando la delantera.
En abril del año pasado, varios importantes artistas desde Billie Eilish hasta Aerosmith firmaron una carta abierta para que los desarrolladores de IA y los servicios digitales de música se comprometan a “no desarrollar ni desplegar tecnología, contenido o herramientas de generación de música con IA que reemplace o perjudique al arte humano de los compositores y artistas”. Meses después, estudios importantes como Universal Music Group, Sony y Warner Records presentaron demandas por violación de derechos de autor contra dos populares startups de generación de música con IA, Suno y Udio.
Un año después Universal Music Group anunció que no solo tenía un acuerdo extrajurídico con Udio ,sino que se asociaba con la compañía de IA para crear un nuevo producto entrenado exclusivamente con su catálogo de música.
Spotify también está cediendo porque el gigante del streaming ya usa la IA para optimizar su algoritmo y brinda servicios como el DJ IA que imita a un conductor de radio que emite comentarios entre canción y canción del streaming musical personalizado. La compañía además anunció el mes pasado que planeaba colaborar con Sony, UMG, Warner Music y otras para desarrollar “productos IA responsables” sin divulgar a qué se refería con esa denominación.
“La IA es la tecnología que produjo el cambio más grande desde el smartphone y ya está cambiando la forma en que se crea y se experimenta la música”, dijo en el comunicado de prensa el copresidente de Spotify Gustav Söderström. “Nuestra compañía trae conocimiento y experiencia a esta oportunidad y estamos ampliando nuestro equipo y capacidades de IA para impulsar el crecimiento continuo de todo el ecosistema de la música”.
La IA tampoco se dedicará solamente a ir tras tus playlists de Spotify, porque la industria de la música está en todas partes. El sustento de músicos humanos reales depende no solo de los éxitos musicales sino de los jingles pegadizos para las marcas, la música de las películas, las cortinas musicales de los podcasts, las melodías de espera en el teléfono y otras que damos por sentadas como música de fondo. En un mundo en el que la IA se apodera de la música, los empleos de esos músicos anónimos que crean las pistas de sonido de nuestras vidas cotidianas podrían ser los primeros en acabar bajo la guillotina.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Romina Fabbretti. Aquí podrás encontrar la versión original.
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