Internacional. La jueza de Alexandria (Virginia) encargada de analizar la demanda presentada en 2023 por el Departamento de Justicia y un grupo de Estados por abuso de posición dominante en la publicidad digital ha declarado a la compañía responsabe de ejeercer practicas monoliticas ilegales.
La sentencia de la jueza federal Leonie Brinkema, de 80 años, declara a la compañía responsable en dos de los tres mercados analizados. Google ya fue declarado responsable en otro caso de ejercer un monopolio ilegal en el mercado de las busquedas, se abre ahora un nuevo proceso para analizar las medidas a imponer a la compañía.
“Los demandantes han demostrado que Google ha incurrido deliberadamente en una serie de actos anticompetitivos con el fin de adquirir y mantener el poder monopolístico en los mercados de servidores publicitarios para editores y de intercambio de anuncios para publicidad gráfica en la web abierta”, dice la sentencia de 115 paginas.
“Durante más de una década, Google ha vinculado su servidor publicitario para editores y su plataforma de intercambio de anuncios mediante políticas contractuales y la integración tecnológica, lo que le ha permitido establecer y proteger su poder monopolístico en estos dos mercados. Google consolidó aún más su poder monopolístico imponiendo políticas anticompetitivas a sus clientes y eliminando características deseables de sus productos. Además de privar a sus rivales de la capacidad de competir, esta conducta excluyente perjudicó sustancialmente a los editores clientes de Google, al proceso competitivo y, en última instancia, a los consumidores de información en la web abierta”, concluye.
La jueza, por tanto, dictamina quela empresa violó la ley antimonopolio en los mercados de intercambio de publicidad y en los de herramientas utilizadas por sitios web para vender espacios publicitarios, conocidos como servidores de anuncios. En ese sentido, la compañía también ha sido hallada responsable de la vinculacion ilegal del servidor de anuncios para editores de Google, DFP (que es la evolución de DoubleClick, que compró en 2008 por 3.100 millones de dólares), y el servicio de intermediación, AdX. Sin embargo, la resolución afirma que la empresa no cumple la definición de monopolio en un tercer mercado de herramientas utilizadas por los anunciantes para comprar anuncios gráficos.