Destacó que no sólo hay agotamiento físico, sino que la sobreestimulación que generan los espacios excesivamente decorados, con luces de colores en movimiento, genera una resistencia mental que obliga a posponer el proceso.
«Una vez terminadas las fiestas, muchas personas tardan hasta febrero o más para salvar su árbol. Esto se debe a que se genera una especie de duelo que dificulta el proceso. Debido a esto, se genera una especie de duelo que dificulta el proceso de devolver la casa o el espacio de trabajo a la normalidad, ya que se siente que falta o que nos falta. algo faltará. Cuando la realidad es que nos sobró demasiado”, afirmó Díaz-Cohen.
También expresó que este sentimiento de culpa que surge se debe a todo el gasto que se genera en artículos de decoración, que ahora deben guardarse en cajones donde quedarán olvidados por mucho tiempo. E incluso, muchas veces el manejo y almacenamiento de estos artículos se convierte en una carga.
Instó a que para evitar que esto suceda lo primero es saber gestionar el esfuerzo y presupuesto que dedicamos en decoración navideña para arreglar nuestro hogar durante todo el año.
“Una casa bonita y correctamente configurada, que además satisfaga sus necesidades y expectativas, necesita muy pocos elementos para evocar la Navidad de forma elegante.”
En ese mismo orden, el intercambio de elementos decorativos y escenas de iluminación evita que se sienta vacío, generando diferentes emociones aunque esté ocupando el mismo espacio: ‘Cuando cambias la Navidad por la normalidad, provocas la necesidad y la satisfacción de volver a esa calma’. y calidez. que una casa debe tener durante todo el año”, afirmó el arquitecto.
En la misma línea, nos invita a reflexionar y comprar detalles navideños de forma inteligente: «Así de simple, si colocamos menos cosas, habrá que desmontar y guardar menos cosas. Una decoración festiva puede ser de gran valor, sin necesidad de exagerar, la elegancia actual es precisamente así, delicada, sutil, llena de un mensaje poderoso. Si sabemos que entonces requiere una logística compleja para sacarlo de nuestro estilo de vida, entonces no nos compliquemos, entonces queremos responsabilizar a la vida por el estrés que cargamos pero somos nosotros quienes lo hemos orquestado.
Finalmente, instó a que al retirar los adornos navideños también se recomienda hacerlo con el mismo entusiasmo que al inicio, en este caso con un sentido de agradecimiento por el servicio y el mensaje que esta temporada ha dejado en nosotros. Despide ese momento con cariño y con la esperanza de que lo que siguió sea igual o más maravilloso.
Acerca de Cynthia Díaz-Cohen
Cynthia Diaz-Cohen es una apasionada del diseño de espacios de alto rendimiento desde el minimalismo, filosofía que ha practicado en su vida personal durante más de 15 años y que la llevó a crear Zimplia.
Es arquitecta egresada de la UNPHU y tiene una Maestría en Facility Management.
Ha trabajado en importantes empresas de la industria, ocupando roles gerenciales y de asesoría en áreas de diseño, construcción y proyectos.
Es pionera y portavoz del minimalismo y el diseño emocional en República Dominicana.
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