Los hallazgos, descritos este miércoles en la revista Nature, son el resultado del mapeo genético de más de 1,2 millones de células de 16 regiones del cerebro de ratones jóvenes (de dos meses) y viejos (de 18 meses), dentro de en el marco de la ambiciosa iniciativa de investigación del cerebro BRAIN, financiada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
El ciencia utiliza el cerebro del ratón para estudiar el cerebro humano, ya que comparten similitudes en estructura, función, genes y tipos de células. En este caso, los ratones de edad avanzada utilizados en el estudio equivalen a la mediana edad de los humanos.
Al estudiar el cerebro de ratones jóvenes y viejos, los científicos han visto que hay docenas de tipos de células específicas que sufren cambios significativos en su expresión genética con la edad: mientras que los genes asociados con inflamación Aumentan su actividad a medida que envejecemos, las relacionadas con la estructura y función neuronal la disminuyen.
Conexión con la dieta
Además, han descubierto un ‘punto caliente’ específico en el cerebro, en el hipotálamo, en el que tanto la disminución de la función neuronal como el aumento de la inflamación se producen de forma intensa.
Los cambios más significativos en la expresión genética se han observado en tipos de células cercanas al tercer ventrículo del hipotálamo, un área del cerebro que produce hormonas que controlan, entre otras cosas, la temperatura corporal, la ingesta de alimentos, el uso de energía recibido de los alimentos, el metabolismo o la forma en que el cuerpo utiliza los nutrientes.
Este hallazgo implicaría, según los autores, que existe una conexión entre la dieta, el estilo de vida, el envejecimiento cerebral y cambios genéticos que pueden influir en una mayor vulnerabilidad a los trastornos cerebrales relacionados con la edad.
“Nuestra hipótesis es que hay tipos de células en el cerebro que se vuelven menos eficientes con la edad y contribuyen al envejecimiento del resto del cuerpo”, explica una de las autoras, Kelly Jin, científica del Instituto Allen de Ciencias de la Salud. , en un comunicado. Cerebro de la Universidad Americana de Washington.
Nuevos tratamientos
El estudio “sienta las bases para el desarrollo intervenciones medidas dietéticas o farmacológicas encaminadas a combatir el envejecimiento celular y mantener la salud neurológica hasta una edad avanzada”, añade el investigador.
«Queremos desarrollar herramientas que puedan apuntar a este tipo de células, mejorar su función y ver si podemos retrasar el proceso de envejecimiento«dice el Dr. Hongkui Zeng, director del Instituto Allen.
Esta investigación se alinea con otros estudios recientes que han relacionado el envejecimiento con cambios metabólicos, así como con investigaciones que sugieren que el ayuno intermitente, una dieta equilibrada o la restricción calórica podrían mejorar la esperanza de vida.
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