Mientras algunos destacan sus beneficios, como mejorar la circulación y regular la temperatura corporal, otros advierten sobre posibles riesgos relacionados con la higiene y problemas dermatológicos.
Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, mantener los pies calientes antes de acostarse facilita conciliar el sueño. Este efecto se debe a la vasodilatación, un proceso en el que los vasos sanguíneos se expanden, lo que ayuda a reducir la temperatura central del cuerpo y le indica al cerebro que es hora de descansar.
Otros beneficios respaldados por estudios incluyen:
Prevenir los ataques de Raynaud: Este síndrome afecta la circulación en los dedos de las extremidades, provocando dolor y entumecimiento en respuesta al frío.
Hidratar los talones: Usar calcetines de algodón después de aplicar la crema hidratante ayuda a retener la humedad y previene grietas en la piel.
Mejora la calidad del sueño: Estudios citados por la BBC destacan que usar calcetines puede hacer que tu descanso sea más reparador.
El tipo de calcetines importa
No todos los calcetines son aptos para dormir. Los expertos recomiendan optar por materiales naturales y suaves, como la lana merino o el cashmere, que mantienen los pies calientes y permiten la transpiración. Además, es fundamental que las medias no queden apretadas, ya que podrían dificultar la circulación sanguínea, especialmente en personas con problemas circulatorios o varices.
Para aquellos que prefieren no usar calcetines, métodos alternativos como calcetines de arroz calentados o baños de pies tibios son igualmente efectivos para mantenerse calientes.
A pesar de sus beneficios, este hábito no está exento de inconvenientes. Según el podólogo José Luis Muñoz, el uso de medias ajustadas o de materiales sintéticos puede generar sudoración excesiva, creando un ambiente propicio para la aparición de hongos y bacterias. Además, usar los mismos calcetines durante el día para dormir es una mala práctica que podría derivar en infecciones dermatológicas.
La higiene es clave: debes usar calcetines limpios y esperar a que las cremas hidratantes se absorban por completo antes de cubrir tus pies.
¿Y si prefieres no usar medias?
No usar calcetines por la noche también tiene sus beneficios. Los expertos afirman que, en habitaciones con una temperatura de entre 18 y 20 grados centígrados, el cuerpo regula su temperatura sin necesidad de taparse los pies. Sin embargo, para las personas con sensibilidad al frío o afecciones médicas como la diabetes, una opción recomendada son los calcetines cuidadosamente seleccionados.
En el caso de niños y bebés las precauciones deben ser mayores. Es importante evitar el sobrecalentamiento, ya que puede provocar malestar e irritabilidad. Los expertos sugieren usar calcetines precalentados o un baño tibio antes de acostarlos. Los padres deben estar atentos a los signos de sobrecalentamiento, como mejillas rojas o sudoración excesiva.
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