Como estudiante universitario de primera generación de una familia dominicana, he pasado gran parte de mi vida explorando espacios donde no veía muchas personas que se parecieran a mí. Entiendo de primera mano las dificultades que enfrentan los estudiantes de color que intentan ingresar a medicina. La falta de representación en la asistencia sanitaria es evidente. Esta realidad, junto con mis experiencias personales, me impulsó a seguir una carrera en medicina, para ser el cambio visible que nunca vi mientras crecía en Queens y el Bronx.
Uno de los pasos clave en mi camino hacia la medicina ha sido mi participación en eSUPREMES, un programa de Diversidad en Medicina apoyado por las Escuelas de Medicina Asociadas de Nueva York (AMSNY). A través de eSUPREMES en la Universidad de Stony Brook este verano, adquirí una valiosa experiencia de investigación trabajando en Brookhaven National Labs en proyectos como el estudio de la metástasis del cáncer de próstata y los marcadores inflamatorios en pacientes obesos. Esta investigación no sólo enriqueció mi comprensión de la ciencia biomédica, sino que también me convirtió en un candidato más sólido para la facultad de medicina.
eSUPREMES también me conectó con mentores (estudiantes de medicina actuales) que me ofrecieron orientación y aliento. Asistí a retiros donde conocí al personal de admisiones de la facultad de medicina, lo que me permitió hacer preguntas cruciales sobre el proceso de solicitud. Una de las oportunidades más innovadoras fue el paquete de preparación Kaplan MCAT del programa. Sin ese apoyo, no habría podido costear la preparación necesaria para el MCAT, que planeo realizar en marzo de 2025.
Antes de unirme a eSUPREMES, no estaba seguro de cómo iba a adquirir experiencia en investigación o pagar la preparación para exámenes mientras compaginaba mis cursos en SUNY Old Westbury y trabajaba como asistente de atención al paciente en el North Shore University Hospital. El programa cerró esas brechas y ahora me siento preparado para postularme a las facultades de medicina en julio de 2025. Me ha dado la confianza para creer que mi sueño de convertirme en médico está a mi alcance.
Mi camino hacia la medicina comenzó en un lugar inesperado: un campo de béisbol. Soñaba con una carrera profesional en el béisbol hasta que una rotura parcial del ligamento colateral cubital de mi codo cambió mis planes. Casi al mismo tiempo, en 2013, a mi madre le diagnosticaron cáncer. Mientras pasaba horas con él en el hospital, noté algo que moldeó mi futuro: había muy pocos médicos hispanos. Esa experiencia me inspiró a convertirme en el médico que rara vez veía, alguien a quien otros como yo pudieran admirar.
Pero mi historia no es única. Las investigaciones muestran que es más probable que los pacientes confíen y sigan las instrucciones de los médicos que comparten su origen racial o étnico, lo que en última instancia conduce a mejores resultados de salud. Sin embargo, en el estado de Nueva York, donde más del 30% de la población se identifica como negra o hispana, sólo el 13% de los médicos del estado provienen de esos grupos.
Programas como eSUPREMES son clave para abordar este desequilibrio al diversificar la fuerza laboral médica de Nueva York. Es fundamental que la financiación para estos programas continúe y aumente para que más estudiantes como yo puedan hacer realidad sus sueños de convertirse en médicos y contribuir a sus comunidades.
Christopher Sanchez es un estudiante de SUNY Old Westbury que estudia ciencias biológicas y participa en el programa eSUPREMES. Planes para realizar el examen MCAT en marzo de 2025 y postularse a las facultades de medicina en julio