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“Un día sin inmigrantes” fluyó con pocos negocios cerrados en NYC y mucha solidaridad

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Somos importantes. Somos hermanos, todos somos indispensables. Este lunes 3 de febrero nos quedamos en casa”, fue una de las frases que transeúntes y clientes de la taquería “Homemade”, en Jamaica, Queens, leyeron en un aviso puesto sobre la persiana cerrada del lugar cuando acudieron a disfrutar de los deliciosos platillos que se venden allí.

El concurrido negocio no abrió sus puertas este lunes, como una manera de apoyar el llamado que surgió en redes sociales para participar a nivel nacional de la iniciativa “Un día sin inmigrantes”, la primera queja masiva contra la administración Trump, que pedía a inmigrantes de todo el país no ir a trabajar, no mandar a los niños a la escuela y no comprar nada como una manera de alzar la voz de protesta para defender a la comunidad y demostrar el valor de los inmigrantes en Estados Unidos.

El cierre de negocios, aunque resultó relativamente escaso, con apenas decenas de restaurantes, lavanderías, tiendas y salones de uñas en los cinco condados, fue apoyado también por aquellos inmigrantes que optaron por trabajar, quienes a pesar de no haberse sumado al llamado, manifestaron su solidaridad.

La mayoría de negocios están abiertos no porque no queramos apoyar la causa sino porque siendo honestos, tenemos cuentas que pagar y con la reducción enorme de clientela que hemos visto desde que Trump llegó otra vez al poder, no podemos darnos el lujo de cerrar uno solo día”, comentó Julio García del restaurante Búfalo, en Queens. “Lo importante es que mostremos solidaridad con quienes pudieron cerrar, con aquellos que se sacrificaron y no fueron a trabajar, porque están poniendo el pecho. Lo que sí hicimos fue no comprar nada este lunes para que vean que nuestro dinero cuenta”.

Selena Rodríguez, originaria de México, confesó que hizo caso al llamado de no ir al trabajo, gracias a que su jefa apoyó la iniciativa y le pagó el día.

“La verdad, yo como madre soltera no puedo dejar de trabajar o no me da para pagar la renta. Lo bueno es que tengo una jefa, que siendo blanquita, defiende a los latinos y a los inmigrantes como si fuera su familia y me pidió que me quedara en la casa pero con la paga de mi día”, comentó la madre de familia. “Lo que sí me exigió es que no comprara nada ni siquiera en el supermercado y que de ahora en adelante no vuelva a comprar nada en supermercados grandes sino solamente en tiendas de barrio de inmigrantes”.

Negocios como Taquería Homemade, en Jamaica, Queens, cerraron y dejaron mensajes de apoyo. Foto: Carmen Villavicencio.

Jerónimo Santiago, quien se gana la vida en una tienda de muebles en Manhattan, también mostró su respaldo a quienes decidieron sumarse activamente a “Un día sin inmigrantes”, pero se mostró incrédulo sobre el efecto que ese tipo de acciones pueda tener en la administración Trump.

“Apoyo y respeto a los paisanos que todavía creen en que las protestas sirven para algo, ojalá y así fuera, pero yo tristemente estoy decepcionado de este país y creo que eso son solo buenas intenciones que con un tipo tan malo como Trump en el poder, no van a servir de nada“, dijo el guatemalteco. “Lo que sí deberíamos de hacer es dejar de comprar cosas para que vean que sin todo el dinero que los inmigrantes le damos a la economía, este país se puede venir abajo. Así como la guerra de Trump no solo es ahorcar a los inmigrantes sino nuestros bolsillos y hacer guerras comerciales poniendo más impuestos, debemos darle de su propia medicina y afectarle la economía no comprando más”.

Las organizaciones de inmigrantes de la Gran Manzana no participaron en la iniciativa, pero reconocieron que fue una muestra de valor que surgió de manera orgánica al interior de las comunidades, lo que ven de manera positiva porque deja ver que los inmigrantes están alerta y están dispuestos a recurrir a llamados para hacerse sentir.

Así lo advirtió Yesenia Mata, directora de la organización La Colmena, de Staten Island, quien recalcó que el mensaje de la jornada, en la que no participaron, pero con la que se solidarizaron es testimonio de que la comunidad inmigrante no está dormida y están buscando manera para organizarse y manifestarse.

Nosotros no pudimos cerrar nuestra organización porque damos recursos para enseñarle los derechos a la comunidad. No podemos cerrar, porque necesitamos trabajar on nuestra comunidad, pero apoyamos plenamente a los negocios que cerraron y estamos en solidaridad con ellos, porque entendemos que no es nada fácil hacer estas acciones”, dijo la líder comunitaria, quien manifestó que en Staten Island más de 25 negocios cerraron.

“Estas acciones, lo que están mostrando es que la comunidad, orgánicamente, se está organizando, se está involucrando y esperemos que sigan así, porque en un condado como Staten Island, donde la mayoría de oficiales electos son pro Trump, ver estas muestras, es algo fuerte”, dijo la defensora de los inmigrantes, quien agregó que La Colmena está organizando una acción masiva de protesta contra el gobierno Trump, que anunciarán en las próximas semanas. “Nos da gusto ver que la comunidad se está organizando y esperamos que siga ese movimiento de alerta y de organización, pero también entendemos que muchos no se sumaron porque tienen que trabajar para poder vivir. Todos estamos en solidaridad”.

En Staten Island, uno de los negocios que cerró, Tortillería “La Malinche”, no solo acudió al llamado a no trabajar, sino que al caer la tarde se sumó a una amplia manifestación de inmigrantes en ese condado para advertir a la administración federal que “aquí estamos y no nos vamos”. Ese condado fue el que más activo en la jornada para mostrar el valor de los inmigrantes.

Hildalyn Colón, subdirectora de la organización NICE, que vela por el respeto de los derechos de los inmigrantes, aseguró que aunque no participaron de la iniciativa, la apoyan y tienen claro que con el pasar de los meses habrá más acciones.

Mayoría de negocios abrieron, pero manifestaron su solidaridad con la jornada. Foto Edwin Martínez

“Estamos solidarios con aquellos individuos y negocios que han decidido no trabajar para protestar, pero también sabemos que hay otras personas y negocios que no pueden hacerlo por su situación económica, por lo que lo que menos quisiéramos es que se empiece a criticar a quienes no participaron”, dijo la líder comunal.

Ningún esfuerzo colectivo que hagamos puede usarse para atacar a nadie. Hay que entender que hay gente que económicamente no puede sumarse, y eso hay que entenderlo. No podemos usar esto para juzgar a quien no participó, porque no podemos dejar que Trump nos divida ahora, cuando cada uno está apoyando de manera diferente”, agregó Colón, al tiempo que dijo que el impacto de la administración en el ataque los inmigrantes en la Gran Manzana, no solo se irá viendo con el paso del tiempo en cuestiones de mano de obra sino de aporte a la economía.

“Estas muestras van a empezar a correr y crecer y son un buen comienzo que deja ver que la comunidad está manifestando su frustración. Si no hubo muchos que cerraran este lunes es porque apenas era el primer round y todavía faltan muchos rounds que vamos a dar fuerte en los próximos cuatro años”, advirtió la líder. “Los inmigrantes también gastamos y en unos meses, cuando salgan los reportes económicos, se va a evidenciar el efecto multiplicador que tiene en la economía tratar así a los inmigrantes”.

El Departamento e Educación de la Ciudad no respondió si el llamado a que los padres no enviaran a sus hijos a la escuela este lunes tuvo impacto en la asistencia escolar.

Saúl Tula, quien tampoco se sumó a la jornada “Un día sin inmigrantes”, y acudió a su trabajo de construcción, en Brooklyn, al regresar en la tarde vio que su sitio favorito de tacos y tortas en Long Island City estaba cerrado y dijo que espera poder participar en iniciativas a gran escala contra la administración federal para que se respete el valor de los inmigrantes.

“Estos cuates no abrieron hoy, eso es algo que aplaudo. Pero imagínense qué pasaría si realmente nos organizamos bien y no un día, sino una semana, dejamos de trabajar para que Trump deje de mentir y decir que somos el problema. Creo que sí hay algo así, quisiera participar y tener tiempo suficiente para ahorrar dinero para defender con fuerza a la raza”, dijo el inmigrante, nacido en Hermosillo, Sonora.

Aunque fueron pocos los neoyorquinos que acogieron el llamado de Un día sin inmigrantes, fue un buen comienzo para protestar


Fuente : Ediariony.com


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