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🔴| Una señal de otro mundo apareció en una zona sin interferencias. El culpable estaba volando a 11 km de altura sobre el desierto australiano

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En 2013, un equipo de astrónomos detectó una misteriosa señal de radio en el desierto de Australia. Provenía de una zona de exclusión radioeléctrica, un área donde no debería haber ningún tipo de interferencia humana. El hallazgo era desconcertante. No se trataba de un simple ruido de fondo, sino de una señal clara y bien definida, lo que sugería un origen inesperado.

Durante más de 20 años la señal ha permanecido sin explicación. Pero un nuevo estudio, publicado en Publications of the Astronomical Society of Australia, finalmente resuelve el enigma. No era una señal extraterrestre, ni un error en los equipos. Era un reflejo de una transmisión de televisión… que había rebotado en un avión. Este descubrimiento no solo aclara un viejo misterio, sino que también propone una técnica revolucionaria para limpiar las interferencias humanas en la radioastronomía.

Un problema creciente en la astronomía

La radioastronomía es una de las herramientas más poderosas para estudiar el universo. Los telescopios de radio pueden detectar señales débiles procedentes de galaxias lejanas, nubes de gas interestelar y hasta rastros del Big Bang. Sin embargo, en la Tierra, estamos rodeados de nuestras propias emisiones de radio: transmisiones de televisión, redes WiFi, comunicaciones satelitales y sistemas de radar. Estas interferencias son tan intensas que pueden eclipsar las señales cósmicas más sutiles.

Para evitar este problema, se han establecido zonas de exclusión radioeléctrica, áreas remotas donde las emisiones humanas están estrictamente controladas. Uno de estos lugares es el Murchison Widefield Array (MWA), un radiotelescopio en Australia occidental. Allí, todo está diseñado para minimizar el ruido: los edificios están protegidos con jaulas de Faraday y los vehículos solo pueden usar motores diésel. Pero a pesar de estas precauciones, en 2013 apareció una señal imposible de explicar.

Gráfico de cascada que muestra la interferencia de radiofrecuencia (RFI) entre 181.5–187.5 MHz y 35–50 s. Aunque algunos intervalos parecen libres de contaminación, la RFI sigue presente en el análisis de imagen. Fuente: Publications of the Astronomical Society of Australia.

El descubrimiento de la señal imposible

Los astrónomos del Murchison Widefield Array detectaron una emisión que no coincidía con ninguna fuente cósmica conocida. Era demasiado fuerte para ser una señal natural, pero su origen era un misterio. Durante cinco años, el equipo de investigadores revisó los datos sin encontrar una explicación clara. La señal no debería estar allí.

Finalmente, el físico Jonathan Pober y su equipo en la Universidad de Brown encontraron la clave. “Nos dimos cuenta de que la señal estaba reflejada en un avión”, explicó Pober​. Es decir, una transmisión de televisión había sido reflejada por un avión que sobrevolaba la zona y redirigida hacia el radiotelescopio. El avión actuó como un espejo en el cielo, enviando una señal humana a un área donde no debería haber interferencias.

Intensidad beamformed estandarizada por tiempo y distancia focal en las tres observaciones. La escala de color es logarítmica, con valores bajos truncados para resaltar las características más relevantes. Fuente: Publications of the Astronomical Society of Australia.

La técnica que cambió todo

Para demostrar su hipótesis, los investigadores desarrollaron una nueva técnica basada en dos métodos avanzados de radioastronomía: las correcciones de campo cercano y el beamforming.

  • Las correcciones de campo cercano permiten ajustar la imagen de una fuente cercana para enfocarla correctamente, algo fundamental cuando se trata de interferencias humanas.
  • El beamforming mejora la resolución de las señales al combinar datos de múltiples antenas.

Usando estos métodos, el equipo logró determinar con precisión la altitud y velocidad del objeto que reflejaba la señal. Descubrieron que se trataba de un avión volando a 11,7 kilómetros de altura a 792 km/h, lo que confirmaba su hipótesis​.

Cómo calcularon la altitud del avión a partir de la señal

Para confirmar que la señal detectada en 2013 provenía de un avión, los investigadores no solo identificaron su reflejo en la antena, sino que determinaron su altitud con precisión. Para ello, utilizaron correcciones de campo cercano, una técnica que ajusta la fase de las señales captadas por el telescopio en función de la distancia del objeto que las emite o refleja.

La clave del cálculo fue la siguiente ecuación, que permite corregir la fase de la señal reflejada:

Aquí, Δwij representa la diferencia entre la corrección de campo cercano y la de campo lejano, mientras que λ es la longitud de onda observada. Al aplicar esta corrección a los datos, los científicos lograron enfocar la señal reflejada y calcular con precisión la altitud del objeto.

El resultado fue claro: el objeto se encontraba a 11,7 km de altura y se desplazaba a 792 km/h, valores que coinciden con los de un avión comercial. Gracias a este método, el equipo no solo resolvió el misterio, sino que demostró que es posible extraer información valiosa de señales contaminadas, en lugar de descartarlas por completo.

El resultado fue claro: el objeto se encontraba a 11,7 km de altura y se desplazaba a 792 km/h. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.

Un problema para el futuro de la astronomía

Este descubrimiento no solo resuelve un misterio de una década: también revela un problema grave para el futuro de la radioastronomía. Las interferencias humanas están aumentando debido al creciente número de satélites y dispositivos electrónicos. Los telescopios de radio podrían volverse inútiles si no se desarrolla una forma efectiva de filtrar estas señales no deseadas.

La astronomía está enfrentando una crisis existencial“, advirtió Pober​. Si las interferencias siguen aumentando, los científicos podrían perder la capacidad de detectar señales cósmicas importantes. Por eso, la técnica desarrollada en este estudio es tan relevante. Si se pueden identificar y eliminar las interferencias humanas en tiempo real, los astrónomos podrán recuperar datos valiosos en lugar de descartarlos.

Fuente : MuyInteresante.com<

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