El Papa Francisco advirtió que “estamos cerca de una guerra casi global” y esperó que “los gobernantes sepan asumir su responsabilidad, el riesgo y el honor de la paz”, durante su discurso ante las autoridades belgas en el castillo de Laeken, en su primera acto oficial en Bélgica.

“Rezo para que los responsables de las naciones, mirando a Bélgica y su historia, sepan aprender de esto y, así, eviten a sus pueblos catástrofes incesantes e innumerables lutos. “Rezo para que los gobernantes sepan asumir su responsabilidad, el riesgo y el honor de la paz, y sepan cómo eliminar el peligro, la ignominia y el absurdo de la guerra”, dijo el Papa.


Y añadió: “Rezo para que teman el juicio de la conciencia, de la historia y de Dios, y conviertan su mirada y su corazón, anteponiendo siempre el bien común”.

Ante los reyes belgas Felipe y Matilda y el primer ministro en funciones, Alejandro De Croo, con quienes se reunió ayer, deseó que Bélgica sea “un puente, por tanto, indispensable para construir la paz y repudiar la guerra”.

“De esta manera se entiende lo grande que es la pequeña Bélgica. Se comprende la necesidad que tiene Europa de recordar su historia, hecha de pueblos y culturas, de catedrales y universidades, de conquistas del ingenio humano, pero también de tantas guerras y de una voluntad de dominación que a veces se convirtió en Colonialismo y explotación”, recordó.

Y añadió: “Europa necesita a Bélgica para llevar adelante el camino de la paz y la fraternidad entre los pueblos que la forman” especialmente “si empiezan a desconocer fronteras y tratados, y el derecho a crear derecho se deja en manos de las armas”. , subvirtiendo lo vigente, la caja de Pandora se descubre y todos los vientos comienzan a soplar violentamente, golpeando la casa y amenazando con destruirla.”

Y abogó por una “acción cultural, social y política constante y oportuna, a la vez valiente y prudente y que excluya un futuro en el que la idea y la práctica de la guerra, con sus catastróficas consecuencias, vuelvan a ser una opción viable”. .

Desde Bélgica “Europa está llamada a retomar su camino, a recuperar su verdadero rostro, a confiar de nuevo en el futuro, abriéndose a la vida, a la esperanza, a superar el invierno demográfico y el infierno de la guerra”, afirmó.

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Agencias