Donald Trump, natural de Queens (Nueva York), no esperará a los resultados electorales en su ciudad natal, bastión del Partido Demócratacomo lo hizo cuando sorprendentemente ganó en 2016.
El candidato republicano estará hoy en la región donde se movió hace unos años y donde las encuestas le favorecen: West Palm Beach, Florida, anuncio Noticias NBC. Aún así, persiste una fuerte seguridad en la Torre Trump en la Quinta Avenida.
El actual vicepresidente, Kamala Harris, También estará en la costa este, concretamente en la Universidad de Howard en Washington DC, su alma máter.
Ambos candidatos estuvieron anoche en Pensilvania, uno de los estados clave en esta elección. De hecho, el candidato demócrata pasó todo el lunes en ese estado y se dirigía a Pittsburgh mientras Trump hablaba allí. Posteriormente celebró su último mitin en Filadelfia.
En Pittsburgh, Trump pronunció lo que sus asesores de campaña describieron como su cierre de campaña. “Durante los últimos cuatro años, los estadounidenses han sufrido un fracaso catastrófico, una traición y una humillación tras otra”, dijo el candidato republicano, con un tono ronco pero contundente después de hablar durante horas cada día.
“No tenemos que conformarnos con la debilidad, la incompetencia, el declive y la decadencia”, continuó. “Con su voto mañana, podemos resolver todos los problemas que enfrenta nuestro país y llevar a Estados Unidos, y de hecho al mundo entero, a nuevas alturas de gloria”.
La multitud estalló en vítores cuando el candidato republicano dijo que el país debería decirle a Harris: “Estás despedido”, su frase distintiva. “El Aprendiz”, el reality show que lo convirtió en una estrella reconocida a nivel nacional.
“Necesitamos a todos en Pensilvania votar”, Harris dijo durante una de sus paradas de campaña. “Ustedes van a marcar la diferencia en estas elecciones”.
Una de sus paradas fue en Reading, donde viven miles de latinos, incluido un considerable población puertorriqueña. Harris y sus aliados han criticado repetidamente a Trump por la insinuación de un comediante en un gran evento para el expresidente en el Madison Square Garden de Manhattan. Allí, el comediante Tony Hinchcliffe se refirió a Puerto Rico como una “isla flotante de basura”.
Allí Harris dijo a la multitud: “Estoy aquí orgulloso de mi compromiso de larga data con Puerto Rico y su gente”.
